Si eres de Valladolid seguro que estás enamorado de tu ciudad y si por el contrario piensas venir a visitarnos próximamente, estamos seguros de que te sorprenderá.
Cuenta con una ubicación privilegiada, a medio camino entre la costa y la capital del país. Además, durante cinco años en el siglo XVII tuvo el privilegio de ser la capital Península Ibérica.
La provincia entera es destino ideal para planes de enoturismo, turismo gastronómico o histórico. Pero hoy nos quedamos recorriendo el centro de la ciudad, que destaca por su arquitectura, sobre todo en el casco antiguo repleto de iglesias, casas nobles, numerosas calles flanqueadas por fachadas únicas, museos, teatros…
En definitiva, el destino ideal para olvidarse de todo, coger la cámara de fotos y dar “Un paseo por Valladolid”.
PUNTO DE PARTIDA: LA CATEDRAL
Nuestro paseo por Valladolid va a comenzar por nuestra impresionante Catedral.
La Catedral de Valladolid está situada en la calle Arribas, en pleno corazón de la ciudad, muy cerca de otro afamado monumento de la ciudad: la Iglesia de Santa María La Antigua.
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es la sede de la Archidiócesis de Valladolid. Diseñada por el reputado arquitecto Juan de Herrera en el siglo XVI y como última obra del rey Felipe II. Impone su enorme tamaño, de hecho, fue construida con la finalidad de ser la más grande de toda Europa, pero no pudo llevarse a cabo por falta de financiación. Hace un tiempo dedicamos una entrada a nuestra célebre Catedral de Valladolid.
SIGUIENTE PARADA, SAN PABLO
Después nuestro paseo tomará rumbo hacia a la Iglesia de San Pablo ubicada en la plaza con mismo nombre. En dicha plaza, también está el Palacio de Pimentel y el Palacio Real y anexo el Museo Nacional de Escultura y el Colegio de San Gregorio. Se trata de un precioso lugar que os llenará de historia y cultura. La fachada de la Iglesia de San Pablo nos dejará sin aliento, conocida también como “Retablo de piedra al aire libre”. Disfrutaremos con la anécdota del bautismo de Felipe II y su famosa ventana.
Aquí tenéis muchos más detalles y curiosidades sobre esta maravilla arquitectónica: Iglesia de San Pablo.
SEGUIMOS HACIA LA ACADEMIA DE CABALLERÍA
Antes de llegar a nuestro siguiente destino podemos parar a tomar un descanso en Las Francesas, rincón tan conocido en la ciudad como discreto, sin duda un remanso para huir del ajetreo de las calles circundantes y reponer fuerzas
Después, seguiremos con nuestro agradable caminata hasta llegar a otra joya de Valladolid que es la Academia del Arma de Caballería, situada en la Plaza de Zorrilla. En sus inicios era una prisión, pero en 1920 empezó como academia del Ejército. Impresiona su arquitectura que mezcla de arquitectura militar y elementos renacentistas. Su grandioso edificio nos evoca a épocas pasadas. Además, en su interior hay un museo con documentos, objetos, trajes, armas de la historia de la Caballería, que hará las delicias de los más curiosos.
RUMBO A LA PLAZA MAYOR
A continuación, nos trasladaremos hacia la Plaza Mayor de Valladolid, no sin antes perdernos por sus callejuelas. Rebosantes de detalles y leyendas, y por qué no pararnos hacer algunas compras en sus zonas más comerciales, como la Calle Santiago.
Actualmente, alberga el Ayuntamiento de la capital vallisoletana. El urbanismo de esta plaza supuso un hito arquitectónico en el siglo XVI, ya que el proyecto de Francisco de Salamanca fue la puesta en práctica de un avance en urbanismo moderno.
La Plaza Mayor os va a sorprender, ya que para sorpresa de muchos, la plaza de Valladolid fue la influencia para otras dos afamadas plazas de España como son las de Madrid y Salamanca.
ÚLTIMA PARADA: LA PARRILLA DE SAN LORENZO
Tras haber recorrido buena parte del casco antiguo de Valladolid, nos merecemos un descanso y cómo no, deleitarnos con la reconocida gastronomía de esta ciudad.
Así que, continuemos la ruta hacia La Parrilla de San Lorenzo que está a escasos metros de la Plaza Mayor.
Y para no perder el hilo cultural nos seguimos rodeando de historia, ya que está situado en los bajos del antiguo convento del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Ya en el interior del restaurante, lo primero que encontrarás será nuestra barra, situada bajo una cúpula que por su valor artístico no deja indiferente a nadie. Un espacio ideal para tomar un aperitivo antes de adentrarse en nuestros salones.
En cualquiera de nuestros espacios podrás disfrutar de una amplia exposición de cuadros y obras de arte que harán que sientas que estás comiendo en un museo, ¡Toda una experiencia gastronómica digna de vivir!
Experiencia que se completa con nuestra carta, donde puedes encontrar una amplia oferta de cocina tradicional con toques de vanguardia.
Todo ello acompañado de una gran selección de vinos de todo el país y coronado con un dulce postre, será el broche ideal a este paseo por Valladolid.