El Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana está ubicado en la Plaza Santa Ana de Valladolid. Se trata de un monasterio de monjas de la Congregación de Monasterios de Monjas Cistercienses de San Bernardo.
Alberga en su interior un museo y es la sede de la Cofradía de Semana Santa “El Santo Entierro”.
En La Parrilla de San Lorenzo tenemos el privilegio de tener nuestras instalaciones en los bajos de este convento. Por eso no podemos decir otra cosa más que: “Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana: Nuestra casa”
SU HISTORIA…
El Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana fue construido a finales del siglo XVIII y se caracteriza por su estilo “Neoclásico”, es decir, es un arte muy sencillo, sobrio, reglado e inspirado en el arte griego, romano y renacentista.
El convento originario fue fundado en 1596 y a mediados del siglo XVIII, por el deterioro del edificio, Carlos III encargó las obras de renovación al arquitecto Francisco Sabatini.
En el año 1956 fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, por tanto, se trata de un Bien de Interés Cultura (BIC).
EN SU INTERIOR…
El Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana cuenta en su interior con una iglesia y un museo.
La iglesia tiene la particularidad de tener una planta de forma elíptica y está cubierta por una cúpula y con seis pilastres. Todo ello, la convierte en una iglesia de origen Barroco pero su decoración es Neoclásica.
El Museo contiene variados objetos de carácter eclesiástico y sacramental. Y destaca por sus obras pictóricas, ya que guarda, entre otros autores, tres obras del brillante pintor Francisco de Goya. Dichos cuadros son El tránsito de San José, San Bernardo y Santa Lutgarda, encargadas por Carlos III para decorar el Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Si quiere disfrutar de esta bonita visita los horarios para acceder son: De lunes a domingo, de 10 a 14 horas y de 17 a 20:30 horas. La entrada general tiene un precio de 3 €.
NUESTRA CASA…
El fundador de La Parrilla de San Lorenzo, Agustín Lorenzo Sanz, descubrió hace ya 30 años, que aquellos bajos del convento abandonados eran un diamante en bruto.
Se puso manos a la obra y consiguió crear un escenario clásico, histórico, acogedor y humano, que hoy en día son nuestras instalaciones.
Instalaciones decoradas al detalle para que todos nuestros comensales revivan lo que aquellos bajos del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana eran en épocas pasadas.
Además, de vivir una experiencia histórica, en nuestro restaurante vivirá una experiencia gastronómica inolvidable. A lo largo del tiempo, nuestra cocina ha ido evolucionando, sin perder la tradición, con el objetivo de estar a la vanguardia culinaria y convertirnos en un restaurante de referencia en la ciudad de Valladolid.
¿Se os ocurre mejor plan que sumergiros en una interesante y cultural visita por el museo del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana y continuar con una experiencia gastronómica a nuestro restaurante?
¡OS ESPERAMOS!